Las caries dentales son una de las enfermedades más comunes y suelen ser producto de malos hábitos de higiene y de una inadecuada alimentación. Por ello, cuidando estos dos factores, se pueden evitar muchos dolores de muelas y visitas al temido dentista.
1. Cepillarse los dientes y la lengua después de cada comida.
2. Procurar tener una alimentación adecuada a base de calcio, fósforo, magnesio y vitaminas C y D que se encuentran en cereales, pan integral, frutas, verduras, salvado y productos lácteos.
3. Reducir el consumo de bebidas alcohólicas, y del tabaco.
4. Acudir al dentista cada seis meses y hacerse limpieza por lo menos, una vez al año.