La desesperación, acompañada de la tristeza, se han apoderado de la señora Dania Aguilar de Cano desde el viernes 12 de septiembre de este año, cuando su hijo menor de cinco años Maikol Cano fue atropellado por un camión, lo que le mantiene con traumas severos.

Desde esa fecha, su vida ha cambiado para mal, pues se siente limitada económica y emocionalmente para hacerle frente a las adversidades que le depara la vida.

Dania labora como maestra de primaria en La Escuela El Cortezo de Natá. Ese viernes, cerca de la siete de la mañana, acompañada de su hijo bajó de un busito para posteriormente ingresar a la escuela, cuando un camión de la empresa Concord, que construye la carretera en el lugar, lo atropelló.

Según testigos, la tragedia se dio porque la carretera no guarda hombros para que puedan caminar los peatones, convirtiéndose en una "trampa de muerte".

El menor fue socorrido por los presentes e inmediatamente llevado al Hospital Rafael Estévez de Aguadulce, donde se le detectaron fracturas en el pómulo izquierdo, desprendimiento de retina y traumas internos en la cabeza.

Hoy, los gastos económicos superan sus ingresos y los de su esposo, quien es jornalero y no gana lo suficiente. Ellos han enviado notas y han hecho llamadas a la empresa que edifica la vía, para solicitar ayuda o que el señor que manejaba el camión los apoye, pero no reciben ninguna respuesta positiva.

Se trató de obtener reacciones de los representantes de la empresa, pero no se recibió respuesta.