Los estudiantes se enfrentaron de tú a tú con los inspectores del plantel. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
No quieren cuento. Por un simple suéter estudiantes graduandos del turno de la tarde del Instituto Rubiano, ubicado en San Miguelito, no pudieron entrar a dar sus clases ayer.
Con mucha preocupación, los alumnos manifestaron que por llevar el suéter del plantel no pudieron recibir sus enseñanzas, a pesar de que fue una norma que implementó la Dirección de la escuela.
Isaías Torres dijo que no pudo presentar los ejercicios de Física, Cívica e Inglés, porque ahora resulta que el suéter solo se podrá usar los viernes.
Además, se quejaron por la prepotencia del director Daniel Ortega, quien no los quiso atender y por poco los atropella cuando los jóvenes le bloquearon el carro para hablarle.
En medio de su molestia hicieron un llamado a la ministra de Educación, Lucinda Molinar, para que solucione el problema y detenga los abusos en el centro educativo.
En tanto, la profesora Elida Acosta, encargada de la Dirección mientras el titular estaba en una reunión en el Ministerio de Educación (MEDUCA), dijo que nunca le prohibieron la entrada a los alumnos.
Explicó que solo les tomaban los nombres para ver quiénes eran los que estaban cometiendo las faltas y ante este hecho fueron ellos los que decidieron no entrar.
Aclaró que no se ha determinado que el suéter sea parte del uniforme y negó que el Director les haya tirado el carro a los estudiantes.
En cambio, la subdirectora técnica administrativa, Beatriz Herrera, dijo que mientras estuvo a cargo de la dirección de la escuela, se les dijo a los estudiantes que el suéter se usaría los miércoles y viernes.
Según la docente, los jóvenes estaban en lo correcto al exigir que las autoridades cumplieran con lo prometido, pero ahora hay nueva administración.
Afirmó que esta decisión fue tomada por el nuevo Director, por esa razón es muy poco lo que pueda hacer y los alumnos tendrán que acatar las órdenes.
GRADUANDOS
En total son 14 salones de graduandos del turno de la mañana y la tarde que compraron los suéteres.