En un largo río, de difícil travesía, había un barquero que atravesaba a las personas de un lado a otro.
En uno de esos viajes, iba un abogado y una profesora.
Como gustaba hablar mucho, el abogado le preguntó al barquero: - ¿Compañero, usted entiende de leyes?
- No, respondió él.
El abogado compadecido dijo: - Es una pena, que usted haya perdido la mitad de la vida sin aprender.
La profesora muy social, entró en la conversación: - ¿Señor barquero, usted sabe leer y escribir?
- Tampoco, respondió él.
- ¡Qué pena! Comentó la maestra- Usted ha perdido la mitad de su vida sin aprender!
En eso llegó una ola bastante fuerte y volteó la lancha.
El barquero preocupado, preguntó:
- ¿Ustedes saben nadar?
- ¡NO! Respondieron ellos rápidamente.
- Entonces es una pena- dijo el barquero. Ustedes perderán toda la vida.
No se trata de saber en mayor o menor grado. Hay diferentes conocimientos. Piensa en eso y valora a todas las personas con las que tengas contacto. Cada una de ellas tienen algo diferente por enseñar.