
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINT? MORENO
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINT? MORENO
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINT? MORENO
Hay variedad de bisuterías.
Los collares son parte de las elaboraciones de la familia.
Juegos de aretes y collares para las damas.
Venden correas de diferentes formas y colores.
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Hay variedad de bisuterías.
Los collares son parte de las elaboraciones de la familia.
Juegos de aretes y collares para las damas.
Venden correas de diferentes formas y colores.
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Hay variedad de bisuterías.
Los collares son parte de las elaboraciones de la familia.
Juegos de aretes y collares para las damas.
Venden correas de diferentes formas y colores.
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Hay variedad de bisuterías.
Los collares son parte de las elaboraciones de la familia.
Juegos de aretes y collares para las damas.
Venden correas de diferentes formas y colores.
Anayansi y su hijo José se inclinan por la confección de bisuterías.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Hay variedad de bisuterías.
Los collares son parte de las elaboraciones de la familia.
Juegos de aretes y collares para las damas.
Venden correas de diferentes formas y colores.
La señora Anayansi de Lam recuerda haber incursionado en este arte cuando sentía la necesidad de querer utilizar prendas que nadie más las tuviera, es por ello que se decidió a fabricar sus propios accesorios. “A mis amigos y parientes les fascinaba lo que yo usaba, de allí comenzaron a hacerme pedidos y sin titubear elaboré más aretes, sortijas y collares”, expresó de Lam.
Sus hijos, José De La Rosa Lam y María de los Ángeles Lam, han sentido amor por el arte que una vez fue un pasatiempo para Anayansi, por lo que también colaboran en la realización de las artesanías. Entre los tres han abierto un pequeño negocio familiar en su propia vivienda, denominado “Detalles Any”.
Cada vez que puede, el ama de casa se inscribe en cursos y seminarios, ya que desea ir perfeccionándose, aprendiendo nuevas técnicas porque desea darle buenos productos a sus clientes.
Los Lam han expuesto sus accesorios en distintos eventos en Panamá donde compartieron ideas con otras personas que incursionan en este arte, además han hecho, en su propia, casa un bazar de bisutería para que todos sus conocidos conozcan lo que elaboran con tanto esfuerzo.
Los precios de las sortijas, rosarios y otros van de los tres dólares hasta los veinticinco. Cabe destacar que algunos de los materiales que utilizan son: nácar, mármol, acrílico, murano, madera, perla, metal, hilo de seda y algunas veces vidrios; ellos acuden a comprar su materia prima en empresas de Panamá y Colón.
Anayansi de Lam lleva dos años consecutivos dedicándose a la confección de prendas, en compañía de sus hijos. El propósito de esta microempresaria es extenderse más, de manera que desea darse a conocer, puesto que le gustaría venderles productos a las boutiques o a los grandes negocios.