Cuatro sicarios fueron capturados la madrugada de ayer domingo en Changuinola, Bocas del Toro. Algunos de ellos confesaron el crimen en perjuicio del aduanero Virgilio Ábrego, de 32 años. Coincidencialmente, el sepelio de la víctima fue ayer cuando capturaron a sus verdugos.
Roberto De Arco, quien envió el pésame a la familia de Ábrego, dijo que, efectivamente, se está ante un caso de sicariato; al aduanero lo mandaron a matar por un ajuste de cuentas (no especificó el motivo).
Agregó que gracias a Dios se ha resuelto el caso, aunque faltan dos personas por capturar, y argumentó que el caso, desde el punto de vista probatorio, está resuelto.
Con respecto al caso de la niña de nueve años encontrada muerta dentro de una bolsa bajo un puente en el río Oeste Arriba, en Almirante, informó que las investigaciones continúan, pero se mostró cauteloso para no entorpecer la investigación.