Así es como Mariano González, de 45 años, y Noriel López han emprendido la difícil tarea de vender muebles de madera, en diferentes puntos de la capital del país.
Y es que estos señores vienen desde la comunidad de El Potrero, La Pintada, en Coclé. Allá, luego de elaborar sus muebles, los ponen en un pick-up y los trasladan para venderlos en la ciudad de Panamá. Este viaje lo hacen dos vectambién venden los muebles.
La madera que utilizan para elaborar los muebles es de tipo "pateno y matamba". También hacen camas, muebles de bar y comedores.
En este trabajo tienen más de 18 años. Ellos decidieron asociarse, en vista de que como la mayoría, no lograban conseguir un empleo.
Ya con una familia y un hogar establecido, no se quedaron de brazos cruzados, esperando que la oportunidad les cayera del cielo y se abrieron paso en la economía informal.
Es un trabajo que, actualmente, es el sustento diario de sus hogares y que les ha servido para educar a sus hijos. Mariano dijo que "no se gana mucho, pero positivo siempre tenemos para sobrevivir". Por razones obvias, las ventas no son lo mismo de antes.
Esperan seguir trabajando por 2 ó 3 años más, hasta que Dios les dé fuerzas. Aducen que les gustaría mejorar como comerciantes.
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