No hay quien no chille. El famoso juego de sube y baja con el precio del combustible, también ha incomodado a los cientos de jornaleros que se dedican a la poda de pasto con el tan famoso "güiro" o máquina de podar césped.
Tiberio Cianca, desde hace muchos años se dedica a este oficio, y muy preocupado comentó que las limpiezas han disminuido, pues las personas no quieren pagar lo que en realidad cuesta la podada, ya que ha tenido que aumentar los precios.
Según Tiberio, hace más de 10 años este negocio era rentable, ahora ya no dan más.
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