Tiene dos años, pero ya tiene aspecto de un vivaz viejito. Mientras DIAaDIA estuvo recorriendo la isla Ailigandí, encontramos al pequeño Andrés Isaac López, corriendo junto a un grupo de amigos de su edad. Es un poco tímido, astuto, fanático del fútbol; pero ese rato de juego que puede tener con sus amiguitos le resulta muy doloroso, porque sus huesos no resisten tanta actividad. Lo más triste es que su enfermedad no tiene cura.
Su cabeza ya está calva, su rostro está arrugado, lo mismo que sus rodillas, manos, brazos y los deditos de los pies. En tanto, su dentadura ya empezó a caerse.
Entre sus familiares es muy querido y en la isla todos saben que es un niño especial. Andrés es hijo del profesor de química Clariano López y Andrea Wilfred, ambos son indígenas. López manifestó que su vástago padece de una rara enfermedad, conocida como Progeria.
¿QUE ES PROGERIA?
Gladys Cossio, pediatra genetista del Hospital del Niño, explicó a DIAaDIA que la Progeria o enfermedad de Hutchinson y Gilford, consiste en un envejecimiento prematuro. Esos niños nacen normales, pero entre los 6 y 18 meses les empieza la calvicie.
Cossio contó que a los 18 meses, se detiene el crecimiento de esos niños y empiezan a tener problemas óseos, además de otras alteraciones que ocurren en la vejez, entre ellas, la caída de los dientes, alteraciones óseas y diabetes insulino-resistente. Sin embargo, a los 5 años ya tienen problemas de arterioesclerosis. Se estima que el 97% de los casos publicados en la literatura médica son pacientes de raza blanca. La progeria no es hereditaria. Especialistas en caso de progeria han estimado que el promedio de vida de estos niños oscila entre los 12 o 15 años, empero algunos pacientes han logrado vivir hasta los 27 años.
¿Mamá, por qué yo soy diferentes a los demás? Esa es una interrogante frecuente en los niños quepadecen progeria.
CASO UNICO
Cossio confirmó que, por sus características físicas, el caso de Andrés sería el primero detectado en Panamá.
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