Todos felices. En un ambiente de alegría y de júbilo, el campeón mundial del salto largo y medallista olímpico, Irving Saladino, visitó ayer el Hospital de Especialidades Pediátricas de la Caja de Seguro Social.

Los menores, a pesar de sus males, no paraban de sonreír, e inquietos y muy felices por la visita, se acercaban audazmente al campeón para pedirle autógrafos.

En un acto realizado en este centro hospitalario, el nuevo ícono del deporte nacional fue declarado hijo meritorio por la hazaña del pasado 18 de agosto en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Mientras que los niños Leo Almengor, René Choy, Kevin González, Aldair Pérez, y Joan de la Cruz, quienes se encuentran recluidos allí, hicieron entrega a Saladino de un cuadro firmado y de algunas cartas escritas por los pequeños en honor al atleta.

Ya entrena

Por otro lado, Saladino informó que ya se encuentra recuperado de la lesión que sufrió en los Juegos Olímpicos, y dio a conocer que inició sus entrenamientos leves, para luego, en el mes de octubre, empezar con saltos como preparación para futuras competencias.

El atleta señaló que viajará en noviembre a Brasil para iniciar a su preparación táctica, aunque resaltó que no participará en ningún evento en lo que resta del año.