Eran dos grandes amigos. Trabajaban en un pueblo y decidieron ir a pasar unos d�as a la ciudad. Comenzaron a caminar y en una gran calle vieron un burdel que estaba frente a frente con un santuario.
Uno de los amigos decidi� pasar unas horas en el burdel, bebiendo y disfrutando de las bellas prostitutas, entre tanto que el otro opt� por pasar ese tiempo en el santuario, escuchando a un maestro que hablaba sobre la conquista interior.
Pasaron unos minutos, y entonces el amigo que estaba en el burdel comenz� a lamentar no estar escuchando al maestro en el santuario, mientras que el otro amigo, en lugar de estar atento a las ense�anzas que estaba oyendo, estaba enso�ando con el burdel y reproch�ndose a s� mismo lo necio que hab�a sido por no elegir la diversi�n.
De este modo, el hombre que estaba en el burdel obtuvo los mismos m�ritos que si hubiera estado en el santuario, y el que estaba en el santuario acumul� tantos dem�ritos como si hubiera estado en el burdel.
*El Maestro dice: Precediendo a los actos, est� la actitud interior. En la actitud interior comienza la cuenta de m�ritos y dem�ritos.