
Se conoce como maltrato infantil, aquellas malas e inadecuadas prácticas que sean realizadas por padres, familiares, educadores, instituciones o sociedad en conjunto, etc. que imponga castigos severos para ejercer la disciplina represiva y agresiva, violentando los derechos del niño, privándolo de su libertad, poniendo en riesgo su salud física y mental que dificulten su desarrollo.
Eso no quiere decir que el maltrato infantil no pueda provenir de hogares donde los padres no amen o no sean cariñosos y dedicados con sus hijos. El problema radica en que muchos de estos adultos aprendieron de esa forma la disciplina o el aprendizaje por sus progenitores o por otras personas, promoviendo la agresión y el temor que lastimosamente ejercen en contra de sus hijos.
Otros, no asumen el cuidado adecuado de estos menores, exponiéndolos a los peligros de la calle, exigiéndoles cosas no propias de su edad, lastimándolos e incluso hasta quitándoles la vida.
Es necesario recalcar que el maltrato también puede suceder cuando no se atienden las necesidades del niño como alimentación, salud, protección, afecto y cuidado.
Podríamos sorprendernos de saber cuántos niños son víctimas a diario de maltrato infantil y creeríamos que solo ocurre en los barrios populares de nuestro país, pero no es así. El maltrato infantil, ha invadido todos los rincones de la sociedad a nivel mundial, desde la clase más baja hasta la más prominente.
Diversas categorías
Abuso físico: Cuando el mismo causa un daño corporal a un niño.
Negligencia: Incapacidad para satisfacer las necesidades básicas de un niño o causarle daño por descuido y falta de protección.
Abuso sexual: Actividad sexual que involucra a un niño y a una persona mayor.
Maltrato emocional: Acción o inacción que puede causar trastorno conductuales, cognoscitivos, emocionales o mentales.
Las conductas más frecuentes de los niños sometidos a maltratos son:
Temerosos de sus padres, desconfiados de los adultos, inquietos cuando otros niños lloran, dificultades en el rendimiento escolar, agresivo, distraído y ausente.
Para prevenir, se deben aumentar la habilidades de los padres en el cuidado de los hijos, intervenir en las “escuelas para padres”, promoviendo valores de estima hacia la infancia, la mujer y la paternidad.
Prevenir embarazos no deseados, principalmente en mujeres jóvenes, mediante la educación sexual.
Reconocer situaciones de violencia doméstica o de abuso a la mujer como una medida efectiva de prevenir el maltrato infantil.
En 30 a 70 % de las familias en que se abusa de un adulto, habrá abuso en menores.
Reconocer las conductas paternas de disciplina inapropiada.
Considerar remitir a la familia a un centro de psicología para educar en el “manejo del enfado y la ira”.