
Aproximadamente 50-60% de padres en el mundo consideran que sus hijos tienen problemas de alimentación, de acuerdo a varias publicaciones mundiales.
Para lograr la atención a este problema y ayudar a dar soluciones a familias que enfrentan dificultades en la alimentación, Abbott, en conjunto con Kim Milano, nutricionista de origen estadounidense que se especializa en nutrición pediátrica, con énfasis en dificultades de la alimentación en niños pequeños, ha creado el programa de Alimentación Segura (SureFeeding) para padres y pediatras en Panamá.
Entre los consejos sugeridos está el crear una mesa familiar, es decir, comer en familia tan pronto como el niño ya come alimentos sólidos.
Los miembros de la familia deben sentarse juntos tanto como sea posible para compartir las horas de comida y de merienda.
Use una silla alta, de ser posible, y asegúrese que la misma quede de forma que el niño esté sentado al mismo nivel que los demás.
Otro datito es identificar su estilo de alimentar a sus hijos para que utilice prácticas de alimentación asertivas, incluyendo comer con el niño y ejemplificar los buenos hábitos para comer, confiar en que el niño comerá lo que realmente debe comer y hablar positivamente sobre alimentos y alimentación.
Solo dé agua pura entre comidas y meriendas.
Por último, ofrezca nuevos alimentos por lo menos una vez al día.
Maneje el tiempo
ESTABLEZCA HORAS DE COMIDA Y MERIENDA
Los padres deben aprender a entender las señales de hambre de su niño. Al fijar los tiempos de comida, ponga atención a los signos de llenura o hambre de su niño.
Esté pendiente al comportamiento de su niño durante los tiempos de comida, aliméntelo cuando muestre signos de hambre y que termine la comida cuando muestre signos de llenura.
Siga el horario por dos semanas y ajústelo de acuerdo a las necesidades, si es necesario.
Constancia
Defina un lapso de tiempo en el que cada comida se servirá diariamente.
Debe haber de dos a cuatro horas entre cada comida o merienda.
Hay que mantenerse firme en el horario para que el niño se adapte y se forme el hábito.
No se estrese, tómelo con calma, que sea un momento agradable.
Que sean variados
Presente los alimentos de forma atractiva para ellos
Asegúrese de incluir dentro los alimentos correctos, frutas, vegetales, lácteos y nueces.
Los padres deben tratar de incorporar dos o más alimentos del punto anterior.
Cambie las texturas de los alimentos, basándose en las habilidades de alimentación del niño (texturas suaves, texturas crujientes).