Sufren al morir

También sienten dolor. Los animales domésticos comestibles no hablan ni lloran, pero aunque usted no lo crea, sufren igual que un ser humano al momento de morir.

Razón suficiente para que antes de sacrificar a un animal, tome las medidas necesarias, de manera que no sientan el dolor de la muerte, explicó el veterinario José Luis Torres, quien defiende la honra de los animales.

Afirmó que quitarle la vida a una animal es algo serio y requiere del procedimiento correcto, uno de ellos es sacrificarlos de forma rápida y hasta tratarlos con delicadeza. Por eso no es recomendable desangrarlos como se hace con los puercos o darles varias vueltas a la cabeza de un ave, pues eso causa que la carne del animal se ponga rígida y su calidad no sea buena. Además, sufre mucho. En el caso del puerco, se puede matar de un solo golpe, y de la gallina, debe halársele el pescuezo, sin retorcerlo.

El veterinario aconsejó a las personas buscar formas menos sufridas para ellos y no descarta que en el futuro se les sacrifique con inyecciones o quizás, algún tipo de descarga eléctrica, para evitar una muerte lenta y dolorosa.