Ayer, ambientalistas agrupados en las asociaciones ecológicas: Mar Viva, ANCÓN, PROMAR, entre otras, recorrieron el Corredor Sur para detectar cómo los proyectos que se construyen en esta vía, están acabando con los manglares.
Zuleika Pinzón, directora de la Fundación Mar Viva, aseguró que actualmente reciben el respaldo internacional por la lucha que han librado para que la Bahía de Panamá sea un área protegida.
Por su parte, Rosabel Miró, vocera de las agrupaciones de ecologistas, explicó que el problema del clima y las lluvias son más intensas en Panamá. Destacó que a pesar de esto, el país no despierta a la realidad, porque se están destruyendo en minutos las infraestructuras ecológicas que costaron miles de años construirse.