Después de esperar casi día y medio, finalmente se recibió la llamada: "Hay conferencia de prensa ¡ya!", dijo la voz al teléfono. Obviamente era Delano, el mánager de Principal.

Más rápido que ligero, nos dirigimos hacia la Facultad de Derecho, punto de encuentro. Apenas vimos la muchedumbre, allí era, así que fuimos en busca de todos los pormenores faltantes de la historia del baile, como le llamaremos, pues hasta la mañana de ayer, sólo se conocía la versión de la denunciante.

LA DEFENSA

El encargado de representar a Rolando Mosley, Víctor Harding, explicó que las autoridades han analizado esto muy fríamente, objetivamente. "Nosotros creemos que allí no hay ningún tipo de fundamento", recalcó. Las autoridades comparten ese criterio, pues para hablar de acoso, delito contra el pudor, se requiere otros elementos, no basta solamente que una persona baile con otra para que se diga que hay un delito contra el pudor. Las autoridades deben examinar los hechos que ella les relate.

Para explicar mejor, Harding desglosa las razones por las que no hay delito. Primero, no hay acoso sexual, porque Principal no es jefe de ella, ni tiene una posición por encima de ella para obligarla a hacer "x" o "y" conducta; tampoco hay violación, porque no se dio acceso carnal para que se produzca ese elemento contra el pudor; no hay un acto libidinoso, puesto que ella es mayor de edad y la ley habla de menor de edad. Además, agregó que ella es una estudiante de leyes que debe mostrar cierto nivel de conducta. ¡Ay madre!