¿Y tú, cómo manejas el estrés?
Relajarse es importante para evitar enfermedades..

Rosalina Orocú Mojica | DIAaDIA

Controlar el estrés es un reto que enfrentan desde los bebés, hasta los adultos mayores.

Lograr una catarsis, es decir, relajarse es importante para evitar enfermedades.

No importa la condición social de las personas, tampoco si son profesionales o ama de casa que cumple múltiples roles en el hogar y no recibe un salario. Tampoco escapan del estrés adolescentes, ni niños.

Cada persona lo maneja diferente. Quienes no buscan maneras de liberarlo corren el riesgo de andar histéricos, agotados, malhumorados...

Hoy le diremos cómo hacen diferentes personas para relajarse, para que tome nota y usted utilice la que le sea más fácil y parecida a su realidad.

¿Y TU COMO LO HACES?

Escritores, músicos y pintores tienen en su arte un escape.

Varias de nuestras colegas periodistas se "sacuden" el estrés de una manera en que la pasan muy entretenidas: van de compras.

Cuando Katiuska, de 19 años siente que comienza a endurecérsele el cuello y la duele la espalda porque vienen los semestrales, lo que hace es irse a patinar o bailar.

Nadar es el escape más seguro para el estrés, a juicio de Mirta y Heidi, de 14 y 16 años, respectivamente.

Ir a mirar el mar le funciona a Iris Marisela, de 25 años.

Marcela también tiene como fuente de alivio del estrés, el baile.

Cuando le preguntamos qué tipo de baile, sonríe y responde: "De todo, sobre todo música que tenga movimientos que exijan levantar brazos, estirar piernas, mover la cintura".

A Hena de Zachrisson, la relajación le sirve muchísimo. Al igual que la respiración profunda.

Otras personas cuando sienten que están a punto de estallar liberan el estrés con una buena caminata, escuchando música suave, escribiendo, trotando, dibujando, practicando deportes, tejiendo, viendo películas, mediante terapias alternativas como la respiración profunda, el yoga.

"Yo me recuesto, pongo música clásica, cierro los ojos y navego dentro de mi mente, aflojo el cuerpo...", nos dijo Maité Sinisterra, de 52 años.

Ante los retos que enfrentamos a diario, que a veces son tantos, es comprensible que nos sentimos como atados de pies y manos, sin capacidad de respuesta, que la mente se nos atiborre y el cuerpo se nos ponga como de piedra, son riesgos de perder la calma o enfermarnos. Cuando esto suceda, no se desespere, ni deje que el día a día le robe las ganas de vivir. Opte por alguna de las maneras mencionadas aquí, para liberarse del estrés o respire hondo y procure sacar toda esa "energía contenida", que pareciera que lo ahoga, le crea ansiedad y le hace mirar la vida con ojos ensombrecidos.

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