¡Uyuyuy! Ese es el sobrenombre con el que llamaremos de ahora en adelante a Chucho, de La Cáscara, pues ya nos dimos cuenta de que no aprende y a donde va quiere acaparar todo.
Amigos, durante el recibimiento de Manuel Araúz, le faltó besarlo, pues nadie más podía entrevistarlo. ¡Hasta cuándo contigo!