Euclides no abandona la escuela, porque sabe que solo con los estudios mejorará su vida y la de su familia. (Foto: HERMES GONZÁLEZ / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
A punta de machete. Aunque parezca ilógico, así se gana la vida Euclides Jiménez, un niño indígena de la comarca Ngöbe Buglé que a sus 11 años debería estar jugando.
Desde muy temprano, el pequeñín sale de su casa ubicada en el distrito de Tolé, en la provincia de Chiriquí, en busca de lotes sucios para ofrecer sus servicios de machetero.
Por este arduo trabajo, generalmente cobra B/15.00; pero si el terreno es demasiado grande, un poquito más. Se conoció que todo el dinero que gana se lo da a su mamá.
La pobreza extrema en que vive su familia llevaron al menor de edad a buscar el sustento de su madre y de sus hermanos.
Terminada su ardua faena, Euclides deja de lado su machete por un lápiz y un cuaderno, ya que estudia en el turno vespertino en la escuela La Trocha, donde cursa el quito grado.
DIAaDIA conoció que Euclides tiene dos hermanos más. También él labora con los sacerdotes de la comunidad Villa Las Fuentes en Tolé, donde recibe apoyo.