La Conferencia Episcopal católica de Bolivia confirmó hoy la muerte de un niño el domingo en la represión policial violenta de una marcha de indígenas que rechazan una carretera que atravesará una reserva natural.
Un comunicado de los obispos lamenta el "fallecimiento de otro niño, el número de heridos, la situación de los que estuvieron detenidos y el paradero de los desaparecidos". La Conferencia Episcopal pidió al Gobierno que garantice los derechos de esas personas, aunque ministros del presidente Evo Morales negaron que se hayan reportado muertos y desaparecidos.
La muerte del niño estuvo en duda desde ayer porque inicialmente fue denunciada solo por fuentes allegadas a los indígenas, que no dieron detalles claros, y porque fue negada por la Policía y el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, pero una fuente de la Iglesia dijo a EFE que se confirmó el deceso.
Es el tercer menor que pierde la vida durante la marcha, pues también falleció un adolescente al caer de una camioneta y un bebé de ocho meses que padecía una infección estomacal. Además, un dirigente de la etnia chiquitana del sureste boliviano, Eddy Martínez, pereció en un accidente de aviación cuando viajaba hacia la Amazonía para sumarse a la marcha.