Castigo, no maltrato

Edith González Cano | DIAaDIA

¿Sabe usted cómo aplicar el castigo a su hijo sin necesidad de recurrir a la violencia? El castigo debe ser empleado de una forma racional para mejorar la conducta del niño, no se debe aplicar la violencia física en ellos.

Según la sicóloga Vielka Adames, cuando los padres castigan a sus hijos mediante violencia física o verbal, se convierten para el niño en modelos de conductas agresivas; también van adquiriendo comportamientos agresivos similares a los de sus padres.

CONSEJOS

Usted debe controlarse para poder dominar a sus hijos. No se debe aplicar un castigo con gritos o con riñas, porque esto indica que su comportamiento es negativo, lo que reforzará a una conducta no aceptable.

Si usted le enseña a sus hijos que para resolver una situación conflictiva es necesario gritar, no resolverá ningún problema.

Para aplicar un castigo, hay que oír al niño, pero no se debe aceptar excusas o promesas de su parte.

SOLUCION

Antes de aplicar el castigo, el niño debe estar advertido y avisado de una forma firme y definitiva. Hay que conciliar el castigo con reforzamiento de buenas conductas que harán que el niño piense en cómo se debe comportar, y en lo que ha hecho para estar castigado.

El niño debe saber que no hay excusas ni explicaciones para la agresión. Si el niño es mayor, hay que ayudarlo a desarrollar sus habilidades de autocontrol, utilizando el castigo dentro de un contexto de un contrato de conducta.

El tipo y el modo de castigo no pueden provocar fuertes respuestas emocionales en el niño castigado. Siga estos consejos, pues estará ayudando a su hijo a ser mejor persona.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados