El dengue no es relajo
Eliminar los criaderos del mosquito transmisor y tomar medidas preventivas, es la solución. (Foto: Mirna Rogers / EPASA)

Marlen Dayré Pérez | DIAaDIA

Ahora está segura de que no es un juego.

Cuando Virginia Cáldaz sintió escalofríos en su cuerpo, jamás pensó que sería a causa del dengue clásico; por eso, lo primero que hizo fue recostarse, luego de tomar dos aspirinas que pensaba le quitarían aquel pésimo malestar, sin saber que lo que estaba haciendo era retardar su enfermedad, pues la automedicación podía, incluso, complicarle su estado y hasta ocasionarle problemas mayores.

A más de un mes de aquel suceso, Virginia está más tranquila, pero atenta, ya que ahora teme por su pequeña hija, a la que cuida para evitar que sea contagiada.

RECUENTO

DIAaDIA encontró a esta humilde mujer en su pequeña morada junto a su padre y demás hijos, luego de haber padecido en carne propia esta citada enfermedad, que hoy día para muchos, no es de temer; pero para Virginia estuvo a punto de llevarla a la tumba, literalmente hablando. Con rostro triste, confesó que los incesantes dolores no la dejaban dormir, mucho menos el dolor de ojos, ni huesos que, irónicamente, se acrecentaba al tomar más pastillas recetadas por ella misma.

PONGA ATENCION

Aunque el MINSA parece un disco rallado repitiendo lo mismo, entre tantas buenas recomendaciones lo mejor que puede hacer a la hora de sentirse mal, es acudir inmediatamente al Centro de Salud más cercano, ya que los expertos están a la espera de que usted busque ayuda para ofrecerle tratamiento, una vez exista indicio de que padece dengue clásico.

LECCION

Pese a las tantas privaciones, Virginia tiene su casita como un espejito, libre de dengue.

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