El Barcelona dispone hoy en Bremen de una buena oportunidad, para sumar su segunda victoria consecutiva y apartar del camino al Werder, un equipo que perdió en su estreno frente al Chelsea (2-0) y que ya no puede ceder más terreno a las primeras de cambio.
Después del plácido estreno de los de Frank Rijkaard, en la Liga de Campeones (5-0 frente al Levski Sofía), el Barcelona vuelve al Wesser Stadion, donde el año pasado ya venció en uno de los encuentros de la primera fase, merced a dos tantos de Deco y Ronaldinho, en un cotejo en el que los alemanes jugaron a buen nivel.
Con vistas al partido de mañana, el técnico sigue con su sistema de rotaciones y, en esta ocasión, se han quedado en Barcelona Rafael Márquez, tampoco ha viajado Gio van Bronckhorst, un habitual en los partidos europeos, ni Javier Saviola, el inesperado protagonista del encuentro ante el Valencia.
Pero ayer, Rijkaard comentó la posibilidad de jugar con un centro del campo formado por Xavi, Deco e Iniesta, es decir, sin un pivote de corte defensivo.
El técnico holandés ya corrigió a su equipo en el descanso del partido ante el Valencia (1-1), dando entrada a Iniesta en el lugar de José Edmilson, un cambio que mejoró notablemente la circulación del balón del equipo.
El Werder Bremen llega al duelo contra el Barcelona en un mal momento, tras cinco partidos sin conocer la victoria, lo que ha hecho rebajar la euforia creada luego del triunfo en la Copa de la Liga ante el Bayern de Múnich.
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