En medio del dolor y la impotencia, familiares, amigos, compañeros y vecinos de la estudiante Marilupe Paola Herrera le dieron el último adiós.

Ella murió de un disparo en la cabeza mientras compraba un raspa’o afuera del Colegio Elena Chávez de Pinate, donde estudiaba.

Las honras fúnebres iniciaron a las 3: 00 p.m., en la capilla de Río Hato en Antón, con una misa de cuerpo presente y luego fue llevada al cementerio.

Los familiares de Marilupe son oriundos de Río Hato y por ello decidieron darle cristiana sepultura en esta comunidad.

Ellos piden justicia por el crimen de la estudiante que tenía toda una vida por delante.

Maruquel Castillo, tía de la niña de 13 años, dijo que lo único que piden es justicia para que no muera gente inocente como su sobrina.

Esteban Ruiz, de la comunidad de Río Hato y familiar de la menor, expresó que debe haber más seguridad dentro del plantel para que estos incidentes se eviten y no se acabe con la vida de personas inocentes.

PELIGRO

Los estudiantes dijeron que han sido objeto de robos y agresiones, tanto en los alrededores como en la ruta que utilizan para ir a la parada.