Guillermina Barrera perdió a dos de sus cinco hijos, pero se siente fortalecida en Dios. (Foto: MAURICIO VALENZUELA y DIDIER HERNÁN GIL / EPASA)
Didier Hernán Gil
| DIAaDIA
Hoy claman por la paz del barrio. "Si no pasan esas cosas, nunca iba a escuchar de Dios, y no debe ser así". A esta conclusión ha llegado Guillermina Barrera, quien perdió a sus dos hijos, producto de enfrentamientos entre bandas rivales en el sector El Chichemito, en el Valle de San Isidro, San Miguelito. La primera muerte fue el 27 de enero de 2007, y en enero de 2009 volvió a pasar por el mismo trago amargo.
"LAS MADRES LO SABEN"
Frente a esta realidad, hoy Guillermina grita a los cuatro vientos y pide a la juventud de su comunidad: "Busquen de Dios". Esta madre confesó que ella sabía que sus hijos estaban vinculados a pandillas de la comunidad, los aconsejó y trató de mediar con los otros adolescentes. Añadió que de más indignación la llenaba el saber que al buscar una razón de peso para tanta violencia, no encontraba nada. "No sé qué peleaban. Les preguntaba y sólo me decían: 'no está pasando nada'". Destacó que "uno como madre siempre conoce las cosas de los hijos, pero nunca tuve de acuerdo con eso y trataba de evitar los problemas".
Recordó que hubo un momento en esta lucha en que se logró establecer un acuerdo de paz; sin embargo, en una convivencia donde todos los jóvenes estaban tomando, a su hijo le dispararon por la espalda.
A su otro descendiente lo sorprendieron mientras compraba un pesca'o. Precisó que el agresor se escondió detrás de un bus y le dijo: "Vistes que te cogí y lo mató".
ALGO ESTABA PREPARADO PARA ELLA
Al consultarle a Guillermina cómo ve la juventud de hoy día, ella respondió: "Si no buscan de Dios, esto va de mal en peor".
Curiosamente, este medio conoció que hubo momentos en que la mujer policía, que en ocasiones se llevó detenidos a los hijos de Guillermina, por los casos de violencia que se daban en El Chichemito, que la aconsejó a hacer algo por sus hijos, y que estuvo durante el levantamiento del cadáver de uno de ellos, fue la misma fémina que acudió a su casa cuando en medio de su luto, pidió que alguien la visitara para hablarle de la palabra de Dios. Esa mujer se llama Yeiska de Mosquera, quien es pastora del Templo Emanuel de Santa Librada, y que renunció luego de laborar 15 años en la Policía Nacional para dedicarse a trabajar por los "jóvenes con conductas inadaptadas", como ella los llama, en vez de pandilleros.
EN LAS ENTRAñAS DE EL CHICHEMITO
DIAaDIA tuvo la oportunidad de recorrer las veredas de El Chichemito, en El Valle de San Isidro, con la condición de "nada de fotos para los jóvenes". No obstante, sí se pudo conversar con los muchachos y las madres que se enfrentan diariamente al flagelo de la violencia o al menos temen por su seguridad.
La primera casa en visitar fue la de Julia Ardines, quien expresó que preocupada por la muerte de tantos jóvenes, ofreció el portal de su casa para que cada lunes se reúnan los muchachos que están en pandillas o que tratan de alejarse de estos grupos, y así puedan escuchar la palabra de Dios.
De acuerdo con Ardines, cuando ella llegó a esta comunidad en 1970, todo era una maravilla, pero hoy reconoce que si no es por la presencia de los pastores evangélicos, los casos de violencia fueran más.
ESPERAN APOYO DE LAS AUTORIDADES
Al conversar con uno de los jóvenes de este sector, enfatizó que "si uno se va a salir de esto, no puede quedar en el aire. Uno quiere trabajo", por lo que mostró interés por las capacitaciones que se dan en el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), en el ámbito técnico.
Lamentó que, aunque han sido tentados (les tiran balas) por otros grupos de la comunidad, ellos han optado por "mantener el área tranquila".
"Con esos cursos será más fácil conseguir un trabajo. En realidad entendí que este mundo sólo nos lleva a la muerte o la cárcel, una de dos, pero ahora queremos el camino del Señor. Siempre hay peligro, uno se quiere salir, pero los otros muchachos no piensan igual. Los de la otra cuadra, aunque uno se meta a la Iglesia, te van a seguir tentando donde te vean", recalcó.