"Para lograr el éxito, hay que impregnarle amor y entusiasmo al trabajo". Con esa filosofía, sale desde muy temprano a su puesto de buhonería, Eleuterio Cárdenas, quién lucha por sacar a su familia adelante.
Este panameño, de 33 años, tiene en pleno corazón de Calidonia una clínica de calzado y de reloj, donde recibe a más de 8 clientes diarios deseosos de adquirir su muy reconocido servicio.
Hace 8 años, el desempleo lo obligó a dedicarse a esta actividad informal, a la que pertenecen unos 250 mil panameños. Luego logró conseguir un trabajo estable por algún tiempo y ahora retorna al oficio que le ha dado la mano para llevar el sustento a su familia.
Su clientela es muy variada, pero, quienes lo buscan más son las mujeres para que reparen los tacones de sus sandalias o zapatos, cuyo costo oscila entre B. 1.00 a B. 1.50.
Recuerda que, a muchas de ellas, se les daña el zapato en plena calle y al instante se los clava y pega por B. 1.00.
Para tener trabajo diario, ha tenido que ganarse a pulso sus clientes, por lo que su trato se distingue del resto de los buhoneros del área.
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