Venden nuestra madre tierra. Esto fue lo que dijo Bernardo Pinto, uno de los afectados por la construcción de hidroeléctricas y la explotación minera que se pretenden realizar en Soná de Veraguas, Bocas del Toro y Chiriquí. "Estoy preocupado por mi familia, somos campesinos no profesionales y dependemos de la tierra y si nos la quitan de qué vamos a vivir", destacó.
Ante esta realidad, grupos ambientalistas, organizaciones de derechos humanos y comunidades organizadas exigen a las autoridades que hagan estudios de impacto ambiental en cada uno de los sitios donde se desarrollarán los proyectos.
En tanto, el director de Impacto Ambiental de la ANAM no atendió a DIAaDIA, porque, según él, estaba estudiando 30 filminas para una presentación.
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