Nuestra dignidad y principios en valores controla nuestras pasiones y por ende lo que hacemos con nuestro cuerpo.

Los principios cristianos señalan que el cuerpo es el Templo del Espíritu Santo, por lo tanto, no somos dueños estrictamente hablando para disponer en forma indebida de él. Para los no creyentes, podemos decirles que el cuerpo es un milagro de la creación y la forma como lo tratemos nos da buena salud y larga vida.

Tenemos que tener en cuenta y presente siempre que el cuerpo tiene un lenguaje y en el acto sexual el cuerpo todo se da. En la unión de los cuerpos demostramos nuestra sexualidad y profundamente nuestras convicciones de lo que somos, de lo que creemos es el significado del amor. Si creemos firmemente que nuestro cuerpo es un tesoro, ese tesoro lo vamos a entregar a otra persona libremente. Cuando una persona piensa en el matrimonio, está planeando entregar su tesoro, está cumpliendo con la misión de entrega y de servicio para toda su vida.

En la unión de los esposos, se descubre el significado de toda la existencia el significado de la vida. La unión de los sexos es un gran misterio, que si nos mantenemos en la línea del amor nos lleva al corazón mismo del Plan de Dios. El hombre solo se encuentra a sí mismo al darse a sí mismo. El significado de nuestra existencia es que el amor verdadero es el que se da y así alcanza el nivel de intimidad que todas las personas están buscando en la entrega.

Si se tiene este concepto antes de darse en el matrimonio, la entrega llega a tener un significado hermoso y profundo. El sexo en el matrimonio es un banquete porque se hace con amor donde se entrega un tesoro, el cuerpo para toda la vida, es un compromiso a largo plazo. Este acto sexual es honesto, diferente al sexo fuera del matrimonio donde la entrega es casual, sin compromiso y sin considerar que se entrega algo valioso, es deshonesto, y a base de mentiras, sin compromiso.

Cuando el cristianismo se enfoca en lo espiritual no significa que rechaza el cuerpo o la carne. Muchos cristianos piensan que su cuerpo y su sexualidad son obstáculos a su vida espiritual, como si el espíritu fuera bueno y lo sexual, malo. La cristiandad no rechaza el sexo. Esta es una herejía que se llamaba maniqueísmo.

Lamentablemente la cultura moderna tiene la mentalidad errónea que la liberación sexual significa que una persona pueda hacer cualquier cosa con su cuerpo. El problema es que este comportamiento relajado en lo sexual desprecia el valor y la dignidad del cuerpo humano.

Si tenemos la convicción que nuestro cuerpo es sagrado y que es un tesoro, el significado del matrimonio es mucho más profundo, verdadero y duradero. También, evita que utilicemos indebidamente nuestro cuerpo en comportamientos relajados.

RECUERDE

¡Cuidemos nuestro cuerpo sanamente y con honestidad!. El cuerpo es el templo del Espíritu Santo.

El sexo en el matrimonio es más profundo y hermoso, es el significado del amor.