La Iglesia piensa que la dignidad del ser humano es primero y el problema está en la falta de seguridad.
Monseñor Ulloa, además de refutar la idea, dijo que esto es un tema muy serio y profundo, y que requiere un diálogo extenso y con personas que realmente sepan del tema y piensen en las dos partes.
Por su parte, el diputado Marcos González dice que la Iglesia y los defensores de los derechos humanos nunca se ponen en el lugar de las víctimas, por lo que espera que cambien de opinión.
González afirmó que nada va a detener su propuesta y que la Iglesia era la única que les faltaba por consultar y, aunque no se logró mediar, no esperarán más y la propondrá antes de terminar el año.
En lo único que sí estuvieron de acuerdo ambas partes es en crear condenas más fuertes para los victimarios.