La última convocatoria que ha hecho el técnico de la Selección Nacional de Fútbol, ha dejado mucho qué decir. Pero también ha dejado al descubierto la falta de seriedad de un colombiano que vino a Panamá a llenarse los bolsillos.
Y digo esto, no sólo porque este plural llamado de figuras jóvenes representa una clara muestra de que colgó las botas sin haber terminado su contrato y quiere entregar fácilmente el partido a los trinitarios y estadounidenses, sin importar la dignidad de este país, sino porque ha incluido a figuras que jamás estuvieron en el grupo de 50, que siempre dijo iba a utilizar para enfrentar la eliminatoria.
Es cierto que nuestras aspiraciones de ir por primera vez a un mundial mayor quedaron atrás, pero eso no significa que nos olvidemos que el orgullo y honra de una patria están por encima de todo.
No puede ser que después de tanta lucha y sacrificio, se deje el país a merced de un grupo de jóvenes, que si bien es cierto pueden tener talento y futuro en el fútbol, a mi consideración no están preparados para hacer frente a una competencia de esta índole. Todo parece indicar que más bien se está pensando en el negocio de exportar jugadores, que en terminar con dignidad la competencia.
O es un hombre que no tiene palabra, o él sólo cayó en su mentira sin darse cuenta.
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