En el día de ayer publicamos la historia de Paula, la mujer que derramó desgarradoras lágrimas de dolor al saber que pronto tendría que dormir en la calle junto a su hijo enfermo, debido a la crueldad del casero.
Lo que ayer fue una historia triste, hoy es una de alegría, ya que las súplicas y ruegos de Paula fueron escuchados al unísono por los lectores de DIAaDIA. Desde tempranas horas de la mañana, decenas de personas llamaron a la redacción, todas para dar ayuda. Los lectores lo único que decían es que querían acabar con las horas de sufrimiento de esta madre y su pequeño hijo Arquimedes.
Los pampers, la comida y hasta la casa que con tanta inocencia pidió esta mujer, le fueron donados. Sí, una casa, para no tener que rogar por un techo ni sentir temor por el mañana, esto acaba con el desprecio y los insultos del dueño del cuarto que hoy ocupa.
El calor, los malos tratos, las lágrimas y el desamor del hijo mayor de esta mujer pronto serán reemplazados por sonrisas de alegría y amor, gracias a la humildad de los panameños.
Sólo resta darles las gracias a todas aquellas personas que se conmovieron ante el dolor de esta mujer y le ayudaron en los momentos en que ella más lo necesitaba. Muchas gracias de todo corazón a todos nuestros lectores.
Para mañana, esperen más sorpresas para esta familia.
LA CASA
El MIVI, al conocer la situación de esta humilde familia, ofreció donarles una vivienda en el proyecto residencial ubicado en Tanara de Chepo.
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