Mientras unos le huyen a la lluvia para no mojarse, hay padres de familia que bajo ella defienden las necesidades del plantel donde están sus hijos. Esto sucedió ayer a tempranas horas de la mañana en la escuela Severino Hernández, ubicada en Las 500 de San Miguelito, cuando cansados los padres salieron bajo el aguacero a cerrar las calles en exigencia de la contratación de trabajadores manuales. Tienen más de siete meses de estar esperando estos nombramientos, porque los baños están sucios y con mal olor. La directora del plantel, Vilma Bernal, afirmó que ayer mismo fue nombrada una trabajadora manual.
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