El feliz ‘Chilpayate’

Una vida de diversiones. Por más de 24 años, Sayner Samuel Santamaría, de 48 años, ha sido un payaso, llevando alegría a diversos eventos del país y marcando momentos memorables en la niñez de las personas.

Este carismático personaje recuerda que en una empresa donde trabajaba estaban haciendo reducción de personal y al quedar sin empleo, un amigo de la universidad lo invitó a participar de un curso de payaso que ofrecían en la avenida 12 de Octubre, pero no imaginó que amaría interpretar al ser que transmite felicidad.

Finalizado el curso el payaso “Chilpayate”, como es conocido Sayner, se arriesgó a salir a las calles a trabajar, de inmediato notó que fue buena la aceptación de las personas, por lo que, con cada presentación, fue perfeccionado su interpretación.

Espadas, perros, muñecos de personajes animados, entre otros, son los que realiza con globos este payaso que vende sus creaciones, desde $1.50.

“Chilpayate” trabaja en fiestas de niños, “baby shower” y ferias, por lo que ha recorrido cada una de las ferias del país con sus tres hijos que lo han apoyado en sus presentaciones, a través del teatro. Su hijo mayor tiene 22 años y es un profesional, pues se educó con el oficio de payaso que ha ejercido este panameño trabajador.

“Ser payaso no es para todo el mundo, hay que tener paciencia, habilidades y educación; siempre se requiere transmitir felicidad, aunque nuestro corazón este triste”, aseguró Sayner Santamaría.

Una hora por los servicios de “Chilpayate” puede costar $80.00 y dos horas $130.00, pero de algo pueden estar seguro los clientes, vivirán momentos de diversión inimaginables.

“Nadie debe tener pena de hacer algo”, es el mensaje de este carismático payaso.