La semana pasada escribí sobre los hombres que les tienen miedo a las mujeres buenas, y una colega me pidió que, por favor, escribiera sobre los hombres que les tienen miedo a las mujeres profesionales.
Y es que ella ya está por pensar que el lograr una licenciatura, posgrado y maestría es la causa por la cual no se ha casado. ¿Cómo así? Pues sí, mis queridos lectores de este espacio, hay hombres que cuando se encuentran con damas brillantes y con mucha experiencia profesional salen huyendo.
Y es que ella me contó que conoció a un chico guapo que, aunque a paso lento, está culminando la universidad. Salieron por dos meses y el chico un día le dijo que no quería más nada por "falta de tiempo". Luego mi amiga destrozada le contó al amigo que ambos tenían en común, y este le dijo que la verdad era que el chico en cuestión no soportaba saber que ella ganaba más que él, que cuando fueran a reuniones todo el mundo le dijera magíster a ella y a él, licenciado, y le daba miedo que ella lo dejara por ser menos. ¡Qué concha! (Lo que pasa es que están malacostumbrados a que nosotras seamos menos que ellos. Ja, ja, ja). Pero entonces, por qué el joven en vez de salir huyendo, no toma esto como ejemplo y se motiva a culminar sus estudios y llegar al mismo nivel profesional que la joven. ¿No creen? Ese tipo de situaciones deben ser de motivación, no de espanto. Pero, están mal porque recuerdo que en mi salón de la universidad éramos 42 mujeres y ocho hombres y hoy día sigue igual. Chicos, pónganse las pilas.