
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya bateó para .696 el año pasado, en Guatemala.
Foto: Anayansi Gamez
Miguel Amaya aún no se despoja en un 100% de algunas actitudes de niño, su humildad y sencillez son, tal vez, dos de esas que se han convertido en su carta de presentación amigable para un beisbolista con talento de exportación.
A sus 13 años, Miguel tiene un currículum envidiable para un pelotero de su edad, por sus brillantes actuaciones en las pequeñas ligas, y hace una semana recibió una llamada cargada de gloria para él y el béisbol panameño.
El receptor, que reside en la Villa de Los Santos, fue elegido por “Jugador Sub-12 del Año 2011”, por la IBAF-América y la Confederación Panamericana de Béisbol (Copabe), una distinción nunca antes obtenida por un pelotero nacido en territorio istmeño.
Para Miguel, ser designado el mejor beisbolista del continente americano, es un premio que comienza a pagarle todos sus sacrificios y su dedicación, durante sus primeros cinco años de actividad ininterrumpida en el béisbol.
Durante este período, el espigado pelotero de 5'9” de estatura, suma siete participaciones en torneos nacionales con la tropa naranja de Los Santos , cuatro selecciones nacionales, y otras dos participaciones internacionales, una en un torneo de criollitos y la otra, en invitacional Pony League.
Puso a gritar la pelota en tierras chapinas
La distinción de Copabe para Amaya no llegó por casualidad, el cuarto bate de la selección Sub-12 de Panamá, en el 2011, se la ganó a punta de aluminio y haciendo gritar la pelota, en el Campeonato Panamericano del año pasado en Guatemala.
Amaya, quien cursa el octavo grado en la Soyuz Biligual School, de Chitré, fue campeón en tres departamentos ofensivos, uno defensivo y ganó otros dos premios individuales, además de coquetear con la Triple Corona de bateo.
Miguel dominó el campeonato en cuadrangulares, con 5 carreras producidas, con 13 y en promedio de “slugging”, con 1,455 puntos. También fue el mejor pelotero del equipo de Panamá, campeón receptor, tras fildear perfecto para 1,000 puntos y el Jugador Más Valioso (JMV).
El santeño perdió la triple Corona ofensiva en la última fecha del certamen, luego de que el venezolano Paterson Plaz bateara de 4-4, dejará su promedio en .696 y superará el .682 de Amaya, quien conectó 15 imparables en 22 visitas a la caja.
Con su feroz bateo, el catcher y cuarto cañón de la selección canalera, ayudó a que Panamá se metiera en la semifinal y final del torneo; sin embargo, en la disputa por el título Venezuela levantó la copa.
Desde su primer torneo oficial mostró potencial
Miguel comenzó a jugar béisbol en el 2005, con apenas seis años, guiado por su padre Maximiliano y su hermano Max, quien es dos años mayor.
No fue hasta el verano del 2008, cuando ya con 9 años, el hijo de Anny Oro de Amaya, mostró su potencial en la liga de su provincia y en el torneo nacional, tanto así, que en su primer año, en la categoría Sub-9, hizo la selección nacional como receptor estelar.
Esa tropa viajó a Honduras y se coronó campeona Panamericana, al derrotar en la final a Venezuela, archirival de Panamá en el béisbol menor, en la región.
Al año siguiente, Miguel volvió a ser el máscara titular de la escuadra nacional, cuarto bate y luego, en el Panamericano de la Guaira, Venezuela, fue elegido en el equipo todo estrellas.
Para el 2010, el también amante del voleibol y fútbol, subió a la categoría Sub-12, y en el nacional de Puerto Armuelles fue pieza clave para que Los Santos se alzará con el título.
Con apenas 11 años, una vez más se adueñó de la receptoría de la selección nacional para el Panamericano, celebrado en Colombia.
El año pasado, simplemente fue la sensación en el campeonato nacional, en el cual pegó cinco cuadrangulares en Guatemala, de donde regresó con los seis trofeos personales.
Amaya, quien jugó en Isla Margarita, en un torneo de Criollitos y en el Pony League del año pasado en Puerto Rico, deberá viajar en noviembre próximo, a República Dominicana para recibir su premio de “Jugador Sub-12 del Año 2011” de IBAF-América y la Confederación Panamericana de Béisbol (Copabe) y codearse con grandes del continente en las demás categorías.