Si usted utiliza anteojos, debe tener presente que una buena limpieza de este artículo personal, es muy importante para que quede libre de partículas y no tenga dificultades para ver bien.
Durante la jornada diaria, la limpieza de los cristales debe ser constante. Para esto, usted debe utilizar un paño suave, limpio y seco.
También es recomendable lavarlos por lo menos una vez por semana con un detergente o jabón suave y agua tibia.
Luego de enjuagar con agua corriente, tome el anteojo por el aro del cristal y séquelo cuidadosamente con un paño suave, de iguales características al que viene dentro del estuche. De este modo, sus lentes estarán en condiciones adecuadas para enfrentar una jornada diaria.
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