A punta de zapatitos, sale adelante. "Perdí todo en un incendio, pero la peor lucha es la que no se hace. Estoy comenzando de cero", dijo Cristóbal Bonilla, un experto talabartero.
Cristóbal confecciona sandalias de cuero para niños; pero, desde hace tres meses, en su puesto que está en la Bajada de Salsipuedes hubo un incendio donde perdió todos sus materiales y la máquina, su principal herramienta.
El señor Bonilla, además, vende artículos de buhonería, como cremalleras, agujas, entre otros, para ahorrar algún dinero y comprar mercancía y una máquina nueva.
Cristóbal pide que si alguna persona tiene una de esas máquinas negritas que no la use y la quiera vender barata, puede buscarlo en la Bajada de Salsipuedes, próximo al antiguo Mercado Público.
Con la máquina, él trabaja más rápido y es su mano derecha. Aunque mandó a reparar la que se le quemó, todavía no funciona bien. Del trabajo de Cristóbal, dependen cuatro personas. "En realidad, sólo deseo poder recuperarme y trabajar como antes; para lograrlo, necesito ayuda", manifestó Cristóbal, mientras elaboraba unas cutarritas.
CLIENTES
Sus clientes son los buhoneros que venden sandalias en Salsipuedes.
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