"La cultura, como la historia, es un fenómeno en evolución, ligada a la realidad económica y social del medio".Amílcar Cabral
Las mujeres y los hombres dedicados a hacer arte, ¿tienen alguna responsabilidad con las sociedades donde les toca vivir? Y si la tienen, ¿en qué consiste? Pienso que un artista puede tener uno de los siguientes cuatro comportamientos ante la comunidad.
El primero es el de enamorarse de su propia obra y vivir en función de ese enamoramiento. Su compromiso se reduce a resolver el problema estético que implica crear una obra de arte. El compromiso de este artista llega hasta la creación de su obra. Quizás le interese la opinión de otros artistas y de los críticos especializados. El segundo comportamiento es el de halagar a los poderosos de turno. Este artista, luego de crear su obra, se preocupa por darla a conocer entre la gente con dinero y poder político. También tenemos a los contestatarios, que viven en permanente conflicto con la sociedad. Por último, tenemos a los artistas interesados en crear estructuras sociales que favorezcan, no sólo el poder apreciar el arte, su arte, sino la sana convivencia del público con el artista. Estos creadores comprenden que el acceso a la cultura no es un problema artístico, es político. En nuestras sociedades, las supuestas sociedades en desarrollo, hacer arte con la intención de usar la obra como excusa para pensar y dialogar, es una labor revolucionaria. Es comenzar a romper con los procesos subdesarrollantes, con la dependencia cultural y, ¿por qué no?, con la política de enajenación y violencia que nos toca sufrir cada día.
Una obra de arte es una nueva visión del mundo donde se vive, y si esa visión se somete a la discusión, al final el mundo donde vivimos es el sometido al debate. ¿No es eso la democracia?