
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Sus ojos reflejan la tristeza más profunda de un ser humano.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Nadie sabe cuándo llegó, cómo se llama y si padece de alguna enfermedad grave, pero sin duda alguna, su vida no fue buena. Sin temor de ser atacados muchos se le acercan para lograr que diga algo que haga conocer su identidad, pero solo reacciona atemorizado, al mismo tiempo que abre sus labios con mucho esfuerzo, pero la debilidad de su pronunciada desnutrición deja salir solo un suspiro.
La banca es su hogar, y su familia, los funcionarios del HST quienes le han dado alimentos y medicinas para sus heridas. Ellos han pedido la ayuda de hogares y asilos, pero hasta el momento no se ha logrado nada.
Después de ver esta imagen son muchas las personas que no pueden pasar por el lugar sin preguntarle a Dios qué ha hecho este señor para merecer eso. Solo piden a las autoridades que lo ayuden de alguna forma, pues no es humano vivir así.
DIAaDIA contactó a las autoridades del HST, donde el doctor Elías García Mayorga, director del nosocomio, lamentó que las personas sean abandonadas de esa forma. Aseguró que ellos quisieran ayudarlo más, pero necesitan apoyo de las autoridades.
Pero mientras esa ayuda llega, el indefenso hombre seguirá acostado en las bancas del HST hoy, mañana y quizás muchos días hasta que la muerte le llegue, pues tampoco ha habido ningún familiar que lo reclame.
Hoy, en el Día del Adulto Mayor, es triste saber cómo este señor y muchos otros abuelitos pasan páramos en las calles.