Rumba y guaro

Cuando los jóvenes llegaron al lugar les pidieron $8.00 para poder entrar, pero aun así ellos se quedaron a divertirse en medio del licor, cigarrillos y música a todo volumen.

Según los vecinos del lugar, las chicas se meneaban a todo dar con ropa que no dejaba nada a la imaginación, mientras que los varones se deleitaban con una cerveza en la mano y unos cuantos cigarrillos.

La fiesta llegó a su fin cuando una llamada anónima alertó a las autoridades, quienes de inmediato se presentaron al área.

La comisionada Mirta Mosquera, de la Policía de Niñez y Adolescencia, informó que ellos llegaron al sitio y, al percatarse de que todos eran menores de edad, procedieron a apagar la discoteca y a decomisar las cajas de cervezas. Luego se llevaron a los 80 menores de edad a la subestación de Torremolinos en Tocumen.

Después de la acción policial, que se dio a las 12:00 a.m., la mitad de los menores de edad fueron retirados por sus padres, quienes tuvieron que pagar $50.00 de fianza para sacar a los chicos.

En horas de la tarde de ayer, 42 jovencitos no habían sido retirados, por lo cual se les pasaría al Juzgado de Niñez, donde los padres serán citados obligatoriamente.

culpables

La dueña de la casa aseguró que ella no sabía que los invitados eran menores y que esa situación se iba a dar.