Una osamenta fue encontrada dentro del perímetro del Arco Chato, en el Casco Antiguo, cuando se realizaban las excavaciones para los estudios de suelo, como parte de la restauración de dicho monumento histórico.
En plena faena el pasado jueves, el arqueólogo Álvaro Brizuela encontró la osamenta en una fosa común, que se presume sea de la época colonial.
En un comunicado de prensa, la Oficina del Casco Antiguo señala que las osamentas son hechos totalmente comunes de la costumbre de la etapa colonial, donde utilizaban las iglesias como lugares de sepulcro.
Además, se han hallado durante las excavaciones diferentes manifestaciones de las actividades culturales y secuencias de los pisos puestos en las últimas intervenciones, una luminaria y el inicio de una fundación. Los estudios que se realizan es para determinar si las actuales estructuras soportarán un nuevo Arco Chato.
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