Hola Moza, te quiero contar algo que me pasó y que me tiene en tres y dos. Te digo tres y dos, porque aunque me gustó, no me he atrevido a volverle a mirar la cara a mi vecino.

Moza, ese chico y yo fuimos a una fiesta, como siempre, junto a otros amigos. La verdad, la pasamos muy chévere, pero cuando llegó la hora de retirarnos, todos cogieron su camino y él y yo nos venimos juntos.

Sucede que camino a casa, decidimos bajarnos a tomar algo de beber, lo hicimos y luego comimos. En ese tiempo, conversamos de todo, como nunca antes lo habíamos hecho, a mí me gustó mucho la conversación y a él también, porque así me lo hizo saber.

La cosa es que se hacía tarde y decidimos irnos. Cuando llegamos a mi casa, antes de bajarme volvimos a echar otra conversada y cuando me tocó bajarme, él lo hizo primero y abrió la puerta para ayudarme.

No sé si de los nervios o qué, pero casi me caigo y él terminó agarrándome. En ese momento, nos miramos cerquita y él parece que no pudo contenerse y me besó. Moza, yo respondí a ese beso y nos lo dimos con tanto gusto, que demoró varios minutos.

Fue un beso cargado de pasión y que nos dimos con mucho amor y ternura. Para mí, fue raro y creo que para él también. Después de ese beso, quedamos nerviosos y nos despedimos. Antes de entrar en mi casa, me volvió a llamar y, cuando se acercó, me dijo que era la mejor noche que había pasado en su vida, yo le respondí que también.

Ahora Moza, no hemos hablado del asunto aún, pero ayer domingo me dejó dicho con mi madre que quiere hablar conmigo; por lo que irá a casa el martes en la noche, ya que no puede otro día. ¿Qué hago? Katherine.

APARECIO TU ALMA GEMELA

Hola Katherine, lo que me contaste fue una historia muy bonita y creo que si pones de tu parte, al igual que ese chico, vivirán un noviazgo feliz.

Te digo esto, porque yo estoy segura de que en eso terminará ese beso; por eso, te pido que no te compliques la vida, conversa con ese chico y procuren tener una relación madura, basada en la buena comunicación y el respeto.

Esto te lo digo, porque como sucedieron las cosas, parece que en verdad ambos sintieron algo grande y no deben dejarlo ir. ¡Suerte!