Un año ha pasado, pero el sabor amargo de un medicamento con el mortal dietilenglicol perdurará por siempre en las vidas de las personas que lo ingirieron y ahora son conocidos como las víctimas del Síndrome de Insuficiencia Renal Aguda (SIRA).
Con pasos lentos, mirada triste y notable cansancio, encontramos al señor Ariel Poveda. Él iba saliendo del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid, lugar donde hace un año se suponía recibiría mejoramiento a su salud, pero allí le dieron el medicamento que lo envenenó.
Y es que Poveda jamás pensó que un jarabe sin azúcar iba a ser la causa de un padecimiento que lo ha hecho pasar por los momentos más difíciles de su vida.
Su salud está delicada, prácticamente vive en el Complejo Hospitalario de la CSS, pues cada lunes, miércoles y viernes debe asistir desde las 10:00 a.m. a las 4:00 p.m. a realizarse una hemodiálisis.
A pesar de que su malestar era evidente, sacó fuerzas para hablar con DIAaDIA. Se hallaba junto a su inseparable esposa, quien cuenta que hace poco él entró en la lista oficial de los envenenados con dietilenglicol, pero lastimosamente eso no ha sido ventaja alguna, pues los 140 dólares que les dan en medicamentos no le llegaron en septiembre. Y cada vez que sale a su cita gasta unos doce dólares.
Poveda hacía trabajos de construcción, pero como sus cuotas no fueron continuas, no lo han podido pensionar. Ellos esperan que dentro de dos meses, cuando salga el resultado de la tercera apelación, ésta resulte a su favor.
Mientras tanto, seguirán en su rutina del hospital a la casa y viceversa...
OTRA SOBREVIVIENTE
La señora Beatriz Villar, también sobrevivió al SIRA; ella recuerda como si fuera ayer todo lo ocurrido.
La encontramos en su casa efectuándose su tratamiento de diálisis, el cual debe hacerse cada 4 horas, todos los días.
"No puedo ir sola a la calle, he perdido mis riñones, mi movimiento psicomotor y me duelen mucho los huesos", comenta Villar.
Recibí 220 dólares cada mes por 2 meses y luego nos quitaron ese subsidio. Fuimos a la Presidencia a llevar un pliego de peticiones y nos reprimieron. Actualmente recibimos una suma de 140 dólares por mes, no sé hasta cuándo nos ayudarán con esto.
"Nosotros los afectados esperamos que las autoridades defiendan los colores, de aquellas personas que nos hicieran daño".
Necesito materiales de construcción para construir un baño dentro de mi casa y les pido por favor que se acuerden de mí.
Como estos dos pacientes, muchos más creen que nada se ha hecho y que hay gente afectada que todavía no es considerada una víctima.
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