Siguen los testigos

Por el banquillo han pasado el jefe de seguridad, su asistente, entre otros. El último que estuvo allí fue el paramédico Richard Senneff, quien reveló en sus declaraciones que al poco tiempo de entrar en la habitación de Michael Jackson el paramédico supo que las cosas no concordaban.

Senneff describió así que "vio a un hombre delgado sobre el piso con los ojos abiertos y un gorro quirúrgico en la cabeza, su piel se estaba poniendo azul". Le preguntó a un "sudoroso y nervioso médico" qué le había pasado al cantante.

“Me dijo, nada, él no tiene nada”, sostuvo Sennef ante el jurado, en referencia a las palabras de Murray al momento preciso de la muerte de Jackson. "Simplemente, algo no encajaba", relató.

De acuerdo a la versión de Senneff, al poco tiempo llegaron otros tres paramédicos para tratar de revivir al músico, sin embargo luego de múltiples intentos con medicamentos para hacer latir su corazón el cantante no respondía.

Ante la pregunta de la fiscal del caso: “¿Vio algún signo de vida en el señor Jackson durante todo el tiempo que intentó salvarlo?”. Senneff respondió: "No".

Más testigos

Martin Blount, otro de los paramédicos que llegaron a la habitación, aseveró estar de acuerdo con su colega con todo lo que había dicho.