Falta de información, dudas, acusaciones, temor a represalias y una anhelada estabilidad laboral.
Este es el ambiente que hay en el sector de la economía informal de la capital. Y es que han pasado los años, los gobiernos y directivas; sin embargo, al hablar del famoso "reordenamiento" deja a muchos buhoneros temblando, ya que algunos panameños están alquilando sus puestos a extranjeros o tienen más de dos en una misma acera o administrados por familiares, situación que está totalmente prohibida.
HAY QUE SER PERSEVERANTES
Carlos Antonio Batista es un pequeño comerciante con 12 años de experiencia, en la acera frente a la Plaza 5 de Mayo.
Cuando él se inició en esta actividad, recuerda que sólo eran 8 puestos, hoy día hay unos 27; esto por poner un ejemplo del aglutinamiento que hay en las aceras y calles de la ciudad.
Batista dijo que está afiliado al Sindicato de Buhoneros y también sus dos hijos, mostrando carné en mano. "Hay que estar sindicalizados para sentirse protegidos", adujo. Expresó que para sacarle provecho a la buhonería hay que adaptarse a la época del año y así mismo ofrecer su mercancía, y que esto implica mucho sacrificio.
NO TODO LO QUE BRILLA...
Al recorrer las estrechas calles y aceras que los buhoneros ocupan en Calidonia y 5 de Mayo, se percibió una disconformidad con los dirigentes del Sindicato de Buhoneros y Trabajadores Informales y Similares (SINBUTIS). Algunos prefirieron hablar en el anonimato, pues aún no tienen sus permisos en mano y temen posibles represalias. Dicen que está en juego su sustento diario y el de su familia. Su inquietud principal es saber sobre el proyecto de mobiliario urbano y sus consecuencias; no obstante, lo que conocen son rumores o simplemente "bolas".
LACRAS DE LA BUHONERIA
Maclovio del Castillo, representante de los buhoneros no afiliados, dijo que el actual sindicato en vez de ayudar al personal sólo perjudica, ya que se han tumbado kioscos a algunas personas que quieren ejercer la profesión, y se les han llevado la mercancía y les venden hasta los hierros.
Añadió que está de acuerdo con el reordenamiento del sector, pero no con la manera en que lo está realizando el Sindicato.
Sobre el proyecto de mobiliario urbano, dijo conocer que le cobrarían 10 dólares diarios y por el puesto asignado tendría que pagar 8 mil dólares; mientras que la mayoría ha invertido en sus puestos de hierro de 500 a 700 dólares.
"No son muy grandes y el valor es demasiado alto para un buhonero que sólo vende pastillas o periódicos, cuya ganancia puede oscilar en cinco dólares diarios", detalló.
Otra de sus disconformidades es que desde hace 15 años, los integrantes de la directiva de los buhoneros sólo cambian de posición y el resto casi no es escuchado.
bbLa directiva responde
Juan Jiménez, secretario general del Sindicato de Buhoneros, declaró que sobre el reordenamiento sabe que van a organizar a sus colegas ubicados desde Perejil hasta la Caja de Ahorros de la 5 de Mayo; empero, desconoce el modelo, han exigido copia del proyecto y se les ha negado.
Aclaró que los puestos que han sido removidos es porque estaban en manos de extranjeros o eran de nacionales que poseían más de un puesto. Advirtió que los operativos continuarán.
Sobre las declaraciones de Castillo, relató que son negativas y que en vez de preocuparse por las diferentes directivas, debe hacerlo por conocer si se está trabajando por los buhoneros o no. Y aunque se han logrado obtener varios permisos, Jiménez se comprometió a seguir luchando por el resto del conglomerado.
¡EL REORDENAMIENTO VA!
Juan García, director de Legal y Justicia de la Alcaldía de Panamá, sustentó que se ordenará a aquellos trabajadores informales de acuerdo con la antigüedad en este negocio y conforme a un convenio suscrito en el año 2000.
Dijo que se están realizando las investigaciones de aquellas personas que tengan varios puestos y se tomarán las acciones que pueden ser sanciones desde los 50 dólares en adelante, de acuerdo como lo establece el Decreto 25.
FE DE ERRATA
El pasado jueves 29 de septiembre, DIAaDIA publicó una nota donde el ciudadano Ayax Aguirre acusaba a Juan García Soto de solicitarle dinero para otorgarle permiso. Este aclaró que se le pidieron 500 dólares, pero no entregó el dinero; no obstante, en un careo que ocurrió el viernes a las 3: 00 p.m., en la Sede del Sindicato de Buhoneros, éste volvió a acusarlo frente a frente y en la presencia del apoderado legal del SINBUTIS.
García Soto explicó que ese dinero sería utilizado para las mejoras del Sindicato y no en beneficio personal.
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