Tomás y su gran talento

Manos mágicas. Tomás Romero es un joven que a sus 23 años ha cosechado muchos éxitos. Todos los días puedes verlo en la entrada de la Universidad de Panamá en su tan gustado puesto de venta de accesorios, hechos a base de la técnica “macramé” (nudos de manera decorativa).

Inicios

Romero afirmó que aprendió a perfeccionar la técnica solo; en un principio, se le enseñó a confeccionar los nudos, pero poco a poco, con la práctica, comenzó a crear más formas estilizadas y a decorar de distintas maneras sus nuevas creaciones. Cuando era estudiante del Instituto Remón Cantera él vendía sus creaciones en la universidad, en la misma entrada, en donde casi más de seis años después, trabaja. Se ha caracterizado por ser una persona independiente que lucha por sus sueños.

Otras metas

Este joven asegura que el negocio es muy rentable y que gracias a esto, es que ha logrado pagarse sus estudios, ya le falta poco para graduarse de ingeniero agrónomo.

Metales

Hace poco, viajó a Nicaragua para aprender la técnica conocida como “filigrana” que es la confección de accesorios, a base de metal martillado.

Por el momento, trabaja con diversos metales y otros materiales como hilo encerado, lana, resina, espejos, piedras, etc.

Collares, espejos, sortijas y aretes son parte de la bisutería que vende este pequeño empresario.

Sueño

Una de las grandes metas de Tomás es tener su propio negocio, en donde pueda expandir más su amplia gama de accesorios. Además, de consagrarse como un gran ingeniero agrónomo.