
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Por este lugar llegaron los asesinos.
El mensaje en la puerta de la casa.
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Por este lugar llegaron los asesinos.
El mensaje en la puerta de la casa.
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Por este lugar llegaron los asesinos.
El mensaje en la puerta de la casa.
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Por este lugar llegaron los asesinos.
El mensaje en la puerta de la casa.
Momentos en que los heridos eran trasladados a otros centros de atención.
FOTOS: HERMES GONZALEZ/ EVERGTON LEMON
Por este lugar llegaron los asesinos.
El mensaje en la puerta de la casa.
“Señor, que tus ojos estén abiertos de noche y de día sobre este hogar”, es el hermoso mensaje que adornó durante 11 años la casa de la familia Marshall, pero ayer no los pudo proteger de la violencia que marcará sus vidas por siempre.
La triste historia se desarrolló en la barriada Punta del Este, Tocumen, cuando, sin ningún remordimiento, dos sujetos caminaron por la vereda fría y oscura, tocaron la puerta de los Marshall y cuando Arthur Marshall, de 18 años, abrió, lo acribillaron.
Pero, su instinto asesino fue más allá cuando le dispararon a la hija de Arthur, de dos años de edad, en la frente. Decididos a acabar con toda la familia, le dieron un tiro en el pecho a la abuela de la bebé, Analida de Marshall, de 47 años.
Los delincuentes salieron huyendo y los vecinos, asustados por el hecho, corrieron a auxiliar a la familia; al darse cuenta de la gravedad, buscaron sus autos y los llevaron al Hospital de la 24 de Diciembre, donde Arthur falleció.
Las otras dos víctimas inocentes fueron trasladadas a la Caja de Seguro Social y al Hospital del Niño (HDN), ambas permanecen delicadas de salud.
Las ultimas cifras que maneja el cuarto de urgencias del HDN, dan cuenta que de enero a agosto, se han dado 22 casos de niños baleados en Panamá y San Miguelito.