A base de esfuerzo y mucho sacrificio, Carlos "Calicho" Ruiz logró convertirse este año en el pelotero panameño número 46 en subir al béisbol de las Grandes Ligas. Sin embargo, para Ruiz hay un elemento que le daba fuerza cada vez que sentía que iba a desmayar en su objetivo: su familia.
"Mi hijo y mi esposa son mi principal tesoro. Por mis padres, por toda mi familia, fue que lo entregué todo para cumplir mi sueño. Gracias a Dios, pude debutar este año en las Grandes Ligas", confesó ayer el receptor chiricano de los Filis de Filadelfia, a su llegada a la tierra del Canal.
Mientras emprendía viaje a su residencia en Boquerón, en la provincia de Chiriquí, Ruiz declaró vía telefónica que ahora vendrá la parte más difícil de su carrera como jugador profesional.
"Ahora es que viene lo más difícil, que es mantenerse. Todo va a depender de mí, para que llegue nuevamente en excelentes condiciones físicas", comentó.
INOLVIDABLE
Un hecho que quiso destacar Ruiz fue cuando pegó su primer hit en la "Gran Carpa", ante el "as" de la rotación de los Mets de Nueva York, el dominicano Pedro Martínez.
"Cuando pegué el hit y llegué a la primera base no lo podía creer. Era como un sueño hecho realidad. Tengo la bola de este hit, además del bate cuando soné mi primer cuadrangular", precisó.
SIN DESCANSO
"Calicho" dijo que se reportará el 15 de noviembre a la Liga de Béisbol Invernal de República Dominicana, con los Tigres del Licey.
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