Vigilantes. Están de acuerdo con las consideraciones ambientales, propuestas en el proyecto de ampliación del Canal de Panamá; pero, de llegarse a aprobar esta obra, tienen algunas recomendaciones para mitigar la pérdida de 496 hectáreas de bosques secundarios y 82 zonas de rastrojo.
Esa es la posición de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), que en un comunicado de prensa manifestó que hay que velar para que se realicen los análisis y monitoreo periódico de la calidad del agua en el lago Gatún durante los trabajos, para que no afecte el suministro de agua de las ciudades de Panamá, Colón y zonas aledañas.
Otra medida es restablecer la conectividad biológica boscosa entre el Parque Nacional Chagres y el Parque Nacional Soberanía, además de otras áreas protegidas aledañas.
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