"La música sigue siendo un lazo que une espíritus, sigue siendo el lenguaje del alma y un modo de vida donde no hay fronteras ideológicas, religiosas ni de otra índole. No lo podemos hacer sentados detrás de computadoras, tiene que ser físicamente juntos".

Así opina el violinista Pastor Solís, quien visita por segunda vez nuestro país y se presentará esta noche en el Teatro Nacional, con su coterránea, María Antonia González Gómez, de 33 años, quien dirigirá la Orquesta Sinfónica Nacional.

Invitados por la Embajada de México en Panamá, los dos músicos fungen como una especie de embajadores culturales. También forma parte del grupo que comparte su talento con el público panameño el violinista Fidencio Solís Guerra, quien radica en Austin, Texas, donde se desempeña principalmente como docente universitario. Él es hermano de Pastor.

Los hermanos Solís Guerra ofrecerán mañana, viernes, a las 4:00 p.m. un concierto para dos violines de baja, con la Orquesta Juvenil, en la sede de esta agrupación musical.